Con exámenes regulares y completos de tu piel, puedes aumentar tus posibilidades de notar cualquier cambio o anormalidad de forma muy temprana. Si la anomalía en cuestión resulta ser un melanoma maligno, esto es una buena noticia en términos de tratamiento y pronóstico. De hecho, los expertos recomiendan que los hombres y las mujeres de todas las edades comprueben su piel con frecuencia para aumentar sus probabilidades de detectar el potencial lunar maligno en el punto más temprana posible: el estadio 0 o el melanoma in situ.
¿Qué es el melanoma in situ?
El melanoma “in situ” viene del latín y significa “en el lugar”. El melanoma in situ es el cáncer en las primeras etapas, cuando afecta sólo a la capa superior de la piel. En este punto, el cáncer no se ha diseminado más profundamente en el cuerpo. Cuando el cáncer se diagnostica en esta primera etapa también significa que es menos probable que se repita o se disemine a otras partes del cuerpo, a diferencia de cuando los melanomas se diagnostican en una etapa posterior.
Los primeros síntomas del melanoma son cualquier anormalidad en uno o más lunares en la piel. Las anomalías incluyen lunares o manchas con cualquier Asimetría, Bordes irregulares, diferentes Colores, de gran Diámetro o que Evolucionan (ningún cambio). Es por eso que aprender el ABCDE del melanoma y la misma comprobación regularmente es tan importante. Si ves algo diferente en alguno de tus lunares, podría ser un signo de melanoma in situ. El mejor curso que puedes seguir es dar a conocer los cambios a tu médico y programar un examen para descartar el melanoma, o para detectarlo y tratarlo a tiempo.
¿Cómo se trata el melanoma in situ?
El tratamiento para el melanoma in situ suele ser bastante simple. En un consultorio médico, se puede realizar un procedimiento ambulatorio en el cuál, el melanoma se elimina de la piel, un proceso que el personal médico llaman resección o ablación.
La opción de tratamiento para el melanoma en la etapa temprana es un procedimiento de escisión amplia. La característica clave de pronóstico en el melanoma es el espesor [en milímetros] del melanoma, que se basa en la biopsia inicial de la lesión.
La cantidad de piel que debe ser retirada junto al melanoma, depende de los resultados de la biopsia. El consenso para el tratamiento del melanoma in situ es quitar un diámetro de medio centímetro alrededor de la lesión o del sitio inicial de la biopsia. El consenso para el tratamiento de melanomas con menos de 2 milímetros de espesor es eliminar un diámetro de 1 centímetro, si es posible, alrededor de la lesión.
Si el melanoma es más grande en tamaño, el médico puede necesitar eliminar más piel, además de la biopsia realizada. En los melanomas de más de 2 milímetros de espesor, el consenso es extirpar un área de 2 centímetros de diámetro alrededor de la lesión. Si el melanoma puede diseminarse a los ganglios linfáticos en las proximidades del melanoma inicial, se debe realizar una biopsia de los ganglios linfáticos, esto ocurre cuando el melanoma es mayor de 1 mm de espesor o cuando los ganglios están muy cercanos a la zona inicial. Esto procedimiento se conoce como escisión amplia.
Seguimiento del melanoma in situ
La buena noticia para las personas que son diagnosticadas con melanoma in situ y reciben tratamiento precoz es que tienen una gran tasa de supervivencia, un 100 % a los 5 y 10 años. Y todo el mundo con melanoma in situ, incluidos los que se diagnostican en una etapa temprana, deben programar citas periódicas con sus médicos para tener la certeza de que el cáncer no ha regresado. Los pacientes deben someterse a un examen físico de la piel de todo el cuerpo cada seis meses durante un año o dos después del diagnóstico inicial, y por lo general una vez al año durante varios años después de eso.
Cuando el melanoma se detecta a tiempo, es fácil curarlo con cirugía ambulatoria simple. Cuando se encuentra en etapas posteriores, puede llegar a poner en peligro la vida del paciente y hay pocas terapias efectivas que sean capaces de tratar el melanoma con metástasis.
Un buen consejo para una piel libre de cáncer y saludable es proteger tu piel en todo momento. La protección más efectiva para el sol es llevar ropa adecuada, un sombrero de ala ancha, buscar la sombra, evitar estar al sol durante el horario estelar de horas solares de 10-16h, y ponerte protector solar como complemento.