El melanoma uterino es una forma de cáncer del cuello del útero en el que el tumor se compone de células de pigmento. Este tipo de cáncer cervical es raro. Puede ser difícil determinar si se originó en el cuello uterino, en cuyo caso el cuello uterino sería el sitio “primario” o es un melanoma migrado (metástasis) desde otra parte del cuerpo, en cuyo caso el melanoma del cuello uterino sería el sitio “metastásico”. Por lo que un examen cuidadoso para determinar el sitio primario es importante.
Melanoma maligno del cuello uterino
El melanoma maligno del cuello uterino es un tipo raro de melanoma extracutáneo que se desarrolla de manera agresiva y se asocia con un pronóstico sombrío.
Síntomas
Los signos y síntomas del melanoma maligno del cuello uterino incluyen:
- Sangrado vaginal anormal.
- Dolor pélvico.
Inicialmente, la enfermedad se limita a la pelvis, pero posteriormente puede hacer metástasis en los ganglios linfáticos para-aórticos abdominales, seguido por extensas metástasis en el cerebro, pulmones, mamas, supraclaviculares, cuello y otros ganglios linfáticos abdominales.
Se utiliza el PET o la TC para complementar las modalidades de imágenes anatómicas convencionales, y proporcionar así, una nueva modalidad para el cribado de todo el cuerpo. La visualización de la actividad metabólica de las lesiones indeterminadas puede ayudar en la puesta en escena, re-estadificación, la planificación del tratamiento, y la predicción pronóstica para los pacientes con esta enfermedad rara.
El melanoma maligno primario de cuello uterino es una enfermedad extremadamente rara, con aproximadamente 78 casos descritos. El pronóstico es malo y la detección de esta enfermedad agresiva suele ser intempestiva debido a su rareza y a la falta de sospecha por parte de los médicos, así como la localización anatómica del tumor oculto. Además, las técnicas de imagen convencionales han demostrado una incapacidad decepcionante para detectar la propagación de la enfermedad debido a su limitado campo de visión y precisión.
Algunas pacientes de edad avanzada con menopausia pueden experimentar sangrado vaginal debido al melanoma en el útero. Si la paciente se somete a una exploración ginecológica, el médico puede encontrar un pequeño pólipo cervical. Lo habitual en estos casos es extirpar el tumor polipoide y medir su tamaño. El examen microscópico puede revelar nidos sólidos de células tumorales epitelioides con núcleos pleomórficos y mitosis. Las células tumorales pueden dar positivo con el teste de tinción con vimentina y proteína S-100. Algunas de las células también pueden dar positivo con HMB-45. Cone estos datos, el médico puede realizar un diagnóstico de melanoma maligno.
La estadificación inicial con imágenes de resonancia magnética (MRI) puede mostrar un tumor vaginal y uno o varios ganglios linfáticos agrandados en en la pelvis. Después, se debe realizar una PET / TC de tdoo el cuerpo, con la finalidad de buscar e identificar lesiones activas metabólicas en las áreas correspondientes a las observadas en la resonancia magnética. De esta forma, la paciente puede recibir una histerectomía radical, una vaginectomía total y una linfadenectomía pélvica.
Después de las cirugías correspondientes, la paciente debe recibir radioterapia dirigida. Si aún con estos métodos de tratamiento, la paciente no se recupera y se vuelve a encontrar metastasis en algunas zonas del cuerpo, la paciente debe decir si seguir con tratamientos experimentales o tratarse simplemente con radioterapia o cualquier otro método estrictamente paliativo.